Reflejos

Salir de la cama, dirigirse al espejo y enfrentarse con uno mismo. Solos tú y tú. Cada mañana el mismo duelo. Dos desconocidos compartiendo una misma vida. Diestra contra siniestra. Maestría, destreza, astucia. Todo un reto. Sin duda alguna sólo uno de los dos saldrá vencedor. Decidir hacia qué lado se inclinará la balanza no depende de ti. Pero tampoco es la suerte o el azar quien lo elige. El destino ya escribió este guión hace tiempo, demasiado para recordarlo, poco tiempo para ser olvidado. No es cruel, no es injusto, es quizás otra palabra que aún no hemos inventado.

Mientras tanto, en cualquier otro lugar del mundo, como cada mañana, te enfrentas a tu reflejo sin darle importancia, sin pensar en nada más, sin batirte en duelo con él. Tú sí conoces a tu adversario y sabes que saldrás victorioso. No es cruel ni es injusto que tus renglones no se torcieran cuando fueron escritos.

1 comentario:

Sonia Ramirez de Arellano dijo...

"no es cruel ni es injusto, que tu sangre no es esparza entre los renglones del mañana, ni se pierdan tus reflejos, ni que se escape entre los dedos el ahora, no es tanto ni tan poco, es otra palabra no inventada..."

Me ha encantado :)